Antiguos habitantes de la tierra.

Los antiguos griegos, caldeos, babilónicos, y egipcios creían que en las zonas del lejano Norte existía una raza de seres superiores dotados de gran conocimiento. Se referían a estos seres como LOS HIJOS DE LOS DIOSES (Nephilim = Sumerio: Anunnaki - Hebreo antiguo: elohim, nephilim, anakeim). Ellos creían que estos "dioses" habían descendido DE LAS ESTRELLAS provenientes del Espacio Exterior. Algunas de estas civilizaciones antiguas creían que estos seres dotados de gran poder provenían de la Estrella SIRIO, la Constelación de Orión, la Constelación de Ursa Mayor, y de un sistema de la estrella ARCTURUS (Arturo), creencia que perduró en distintas culturas de la antigüedad.
En este ciclo de la historia la composición orgánica del ser humano era distinta. Su estatura era muy superior a la estatura promedio de hoy. La composición de las coyunturas eran sumamente flexibles y su estado de conciencia era parecido a un sueño pero el ser humano era un ser pensante. Su intelecto de desarrollo y creatividad estaban adormecidos y desconocía los grandes poderes latentes del cual formaba parte. Su percepción psíquica estaba refinada ya que su "subconsciente" dominaba gran parte de su personalidad.
El desacuerdo con sus Señores produjo la "caída" de su estado de benevolencia y paz interna. Esto lo narra la Biblia y otros escritos sagrados pero los creyentes de las religiones carecen de un conocimiento profundo sobre estos misterios. Fue a través de las amargas experiencias que el intelecto del ser humano fue despertando comenzando a cuestionarse sobre su naturaleza y su origen.
Con el transcurrir de las épocas fueron surgiendo cambios en la corteza terrestre al igual que cambios en el clima. Fue mediante el miedo que el ser humano pudo superarse ante los eventos catastróficos a los cuales se enfrentaba. Logrando superar el miedo y el terror, el ser humano avanzó hacia las primeras fronteras del conocimiento. En esta época los "Señores" supervisaban el huerto que habían creado en nuestro planeta siendo la raza humana los infantes de este nuevo hogar en esta parte del Universo conocido. El retroceso de su psiquis lo llevó al sendero de lo desconocido perdiendo de esta manera el sentido original y el propósito de su presencia en este lugar cósmico.
El clima de la tierra comenzó a enfriarse forzando al hombre a salir de su punto de origen (paraíso) para emigrar hacia el Sur buscando el calor de un mejor clima donde pudiera adaptarse. Con la emigración hacia el Sur su composición orgánica experimentó cambios en la piel, los dientes y aún en su estatura. El hombre supo confiar nuevamente en esta forma de vida muy distinta a él aunque no comprendía plenamente su origen. La Tierra siguió su curso cambiando constantemente pero el hombre supo superar esas adversidades convirtiéndose cada vez más en su propio maestro.
Las culturas antiguas aluden constantemente al Norte probablemente debido a los recuerdos lejanos de sus antepasados quienes se referían a este lugar como el hogar y la morada de los descendientes de seres superiores (los hijos de los dioses) por que creían que al emigrar hacia el Norte se acercaban más al Espacio debido a la presencia débil de la luz solar y al enfriamiento del clima terrestre. Tomaban esto como una señal de que se acercaban a lo que desconocían y esto lo relacionaban con el Espacio, el lugar de las estrellas, el punto de origen de donde descendieron sus Señor es, el Norte.
Es probable que estos llamados hijos de los dioses sean los mismos que se conocen también como atlantes, que se dice es de la cultura de donde descienden las mas antiguas civilizaciones humanas, sobre esto hablo en mas detalle en un próximo articulo.

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