El Espiritismo es la doctrina según la cual los muertos pueden entrar en contacto con los vivos, por lo general a través de un clarividente o médium; son también las prácticas de quienes profesan esta doctrina.
Aunque el espiritismo se ha practicado bajo una forma u otra desde los tiempos prehistóricos, el espiritismo moderno es el resultado de ciertos sucesos acaecidos en el siglo XIX y la investigación de los mismos. Alrededor de 1848, una supuesta niña médium, Margaret Fox, fue explotada por su hermana y su padre en Estados Unidos, dando origen a una serie de sorprendentes historias que propiciaron la creación de una "religión" espiritista. Esta iniciativa cobró impulso a través de los escritos de otro médium, Andrew Jackson Davis, que afirmaba ser capaz de realizar en estado de trance ciertas proezas intelectuales imposibles en su vida normal. En esa misma época, el cirujano británico James Braid ofreció una explicación científica para el fenómeno de la hipnosis y sentó las bases para la práctica de esta técnica moderna.
En 1872 un ex sacerdote británico llamado William Stainton Moses, comenzó a editar la revista de espiritismo Light y escribió varios libros sobre el particular. Este movimiento quedó públicamente desacreditado tras la aparición de numerosos charlatanes cuyas demostraciones resultaron ser puros trucos de prestidigitación. La propia Margaret Fox, ya adulta, admitió que había empleado trucos para simular los "golpes en la mesa". Sin embargo, prestigiosos investigadores intuyeron que tras los relatos ofrecidos por otros médiums había cierta verdad. La Sociedad para la Investigación de los Fenómenos Físicos, fundada en Inglaterra en 1882, dedicó parte de sus fondos al estudio de este fenómeno.
Estas investigaciones recibieron el apoyo de eminentes personajes, entre los que figuran los escritores británicos, sir Arthur Conan Doyle y sir Oliver Lodge. No hace muchos años, el ex obispo James Albert Pike, en colaboración con un ex ministro de los Discípulos de Cristo y destacado médium, Arthur A. Ford, intentó comunicarse con su difunto hijo.
Una sesión de espiritismo puede practicarse tanto en una iglesia espiritista como en una casa particular. La sesión, en la que el médium intenta entrar en contacto con los espíritus de los muertos a través de un "guía" o espíritu que se supone está en continua comunicación con el médium, suele ir precedida de himnos y oraciones. Hablando con frecuencia, aunque no es necesario, en estado de trance, el médium transmite mensajes de consuelo y saludos de los parientes y amigos muertos; estas sesiones pueden ir acompañadas de manifestaciones físicas, como apariciones y golpes en la mesa.
Aunque el espiritismo se ha practicado bajo una forma u otra desde los tiempos prehistóricos, el espiritismo moderno es el resultado de ciertos sucesos acaecidos en el siglo XIX y la investigación de los mismos. Alrededor de 1848, una supuesta niña médium, Margaret Fox, fue explotada por su hermana y su padre en Estados Unidos, dando origen a una serie de sorprendentes historias que propiciaron la creación de una "religión" espiritista. Esta iniciativa cobró impulso a través de los escritos de otro médium, Andrew Jackson Davis, que afirmaba ser capaz de realizar en estado de trance ciertas proezas intelectuales imposibles en su vida normal. En esa misma época, el cirujano británico James Braid ofreció una explicación científica para el fenómeno de la hipnosis y sentó las bases para la práctica de esta técnica moderna.
En 1872 un ex sacerdote británico llamado William Stainton Moses, comenzó a editar la revista de espiritismo Light y escribió varios libros sobre el particular. Este movimiento quedó públicamente desacreditado tras la aparición de numerosos charlatanes cuyas demostraciones resultaron ser puros trucos de prestidigitación. La propia Margaret Fox, ya adulta, admitió que había empleado trucos para simular los "golpes en la mesa". Sin embargo, prestigiosos investigadores intuyeron que tras los relatos ofrecidos por otros médiums había cierta verdad. La Sociedad para la Investigación de los Fenómenos Físicos, fundada en Inglaterra en 1882, dedicó parte de sus fondos al estudio de este fenómeno.
Estas investigaciones recibieron el apoyo de eminentes personajes, entre los que figuran los escritores británicos, sir Arthur Conan Doyle y sir Oliver Lodge. No hace muchos años, el ex obispo James Albert Pike, en colaboración con un ex ministro de los Discípulos de Cristo y destacado médium, Arthur A. Ford, intentó comunicarse con su difunto hijo.
Una sesión de espiritismo puede practicarse tanto en una iglesia espiritista como en una casa particular. La sesión, en la que el médium intenta entrar en contacto con los espíritus de los muertos a través de un "guía" o espíritu que se supone está en continua comunicación con el médium, suele ir precedida de himnos y oraciones. Hablando con frecuencia, aunque no es necesario, en estado de trance, el médium transmite mensajes de consuelo y saludos de los parientes y amigos muertos; estas sesiones pueden ir acompañadas de manifestaciones físicas, como apariciones y golpes en la mesa.
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